Recuerdo cuando trabajaba en la elaboración de informes técnicos sobre edificios de nueva construcción y nos tocaba efectuar las mediciones con cintas métricas enrollables mediante manivela, similares a las utilizadas en los lanzamientos de atletismo. Ahora, con un medidor laser que cabe en la palma de la mano, se calculan distancias, áreas, volúmenes y diagonales por el teorema de Pitágoras, con puntero láser y nivel de burbuja para nivelar el aparato sobre la horizontal del suelo. Perfecto!