El problema con el vino blanco es que se calienta con facilidad en verano y necesitaremos refrigerarlo adecuadamente para poder degustarlo en plenitud. Este ingenioso artilugio dispone de un depósito metálico en su pare inferior relleno de etanol, que previamente guardado en el congelador, nos permitirá enfriar rápidamente nuestro vino blanco y mantenerlo a una temperatura adecuada para su consumo óptimo. La parte superior dispone de rosca para ser acoplada a la pieza metálica del enfriador y se convierte en un tapón con vertidor, que nos permitirá decantar adecuadamente el vino una vez enfriado. Elegante y funcional. Regalo ideal apra amantes del vino.