Tras la última visita al urólogo, el especialista me recomendó el uso de un cojín ortopédico para aliviar la presión sobre la glándula prostática, así que decidí probar con este cojin ortopédico. Su material viscoelastico se adapta con precisión a la forma de nuestro cuerpo y la espuma recupera sin dificultad la forma inicial. El tacto es similar al de un colchon de látex puro. Ayuda a reducir la presión lumbar y a corregir la postura de la espalda. Creo que es una inversión excelente, ya que nuestra salud no tiene precio.