Aunque en las especificaciones nos dicen que es válida para una cámara reflex, no es esa la utilidad que le voy a dar, ya que he visto que muchas partes son de plástico, y si bien es un trípode que aguanta de sobre una réflex (en el vídeo lo he probado con una) yo más bien lo utilizaré con una compacta y el Smartphone, que con eso aguanta de sobra.
Además, en la caja encontramos un soporte de regalo para eso mismo, un Smartphone, aunque no es de los mejores que he tenido.
También tengo que decir que éste trípode es mejor que muchos de esos que encontramos por 15€ y que las patas son demasiado endebles, al menos el tramo final. Éstas al menos se ven mucho más seguras.
Nos llega en una bolsa de trasporte de nylon con asa para poder llevarla o bien en la mano o al hombro, eso sí, no es acolchada.
El peso total, metido en su bolsa, es de 1.299 gramos.
Las paras son extensibles en 3 tramos, con cierre de pestañas que hay que apretar, de plástico. En la punta de las patas tenemos unos tacos de goma pivotantes.
Cuenta con un seguro de turca que bloquea el ángulo de inclinación de las patas, además de incluir un gancho en la parte de abajo para un contrapeso.
La parte superior de las patas están recubiertas de espuma EVA. El cuerpo en sí del trípode, incluida la rótula, son de plástico, y ahí podrían haber hecho mejor el trabajo, ya que a la vista es algo que se ve como muy “plasticoso”. Hay terminaciones y terminaciones.
Eso sí, de momento todo se mueve adecuadamente, los paneos son suaves después de mover repetidamente el cabezal hacia los lados para suavizarlo.
Consta de zapata que podremos poner en cualquier posición. También de plástico, claro está. Y el cabezal donde va la zapata también podremos girarlo, o mejor dicho, plegarlo hacia el lado derecho fácilmente.
En resumen, es un trípode que para un smarphone va sobrado, y para una cámara compacta cumple. Eso sí, el precio, para tanto plástico, es algo elevado. Se salva por el aluminio de las patas y de que de momento va todo muy suave, aunque sea de plástico.