Es el segundo aparato que tengo de la marca Powerland, y seguramente eso tiene mucho que ver con que la primera herramienta, un atornillador sin cables, me ha dado un resultado excepcional.
En este caso se trata de una máquina de desbrozar, que viene muy bien para recortar la hierba y dejar nuestros patios o jardines pulidos, eliminando las hierbas que descollan o pulir los márgenes.
Como su funcionamiento es mediante un motor eléctrico, se obtienen dos ventajas: la primera es un nivel de ruido casi nulo ya que lo único que se escucha es la cinta giratoria golpear las hierbas, siendo el funcionamiento del motor prácticamente silencioso.
La segunda es que se trata de una herramienta muy liviana, lo que viene muy bien para sesiones largas.
Al ser eléctrica, un factor clave es la duración de la batería, que en este caso me ha sorprendido ya que permite media hora de trabajo continuo hasta agotar la batería.
Si vais a trabajar mucho más tiempo, se hará indispensable adquirir baterías extra, pero en mi caso y no dejando que las hierbas se apoderen, con media hora de tanto en tanto me es suficiente.
La batería es de 20v, y por una rendija, parece adivinarse formada por pilas de 3.7V aunque no he querido desmontar el estuche y arriesgarme a perder la garantía.
En cualquier caso el ancho coincidiría con ese tipo de pilas y su longitud bien podría contener 5 de ellas.
En la parte trasera de la batería dispone de un botón amarillo, que al ser pulsado muestra el estado de carga con tres pequeños rectángulos.
El montaje es sencillo, aunque para mi gusto no demasiado bien explicado en el manual, que está exclusivamente en inglés. De todos modos existen pocas posibilidades de colocar las piezas de una forma incorrecta, así que si echar mano del manual, lo he tenido listo para el uso.
Para el uso basta cogerlo con las dos manos, una en el asa donde está un pequeño pasador, que al moverlo permite accionar el gatillo de arranque y la otra cogiendo una asa situada en la parte central de la barra.
Se puede variar la inclinación de esa asa, así como variar la inclinación del cabezal rotatorio. La primera la definimos de forma previa a apretar el tornillo de montaje del asa, y la segunda tiene un botón sobre el plato del rotor, que al pulsarlo permite ajustar su inclinación.
La barra también se puede ajustar en longitud, usando una anilla que desbloquea la barra, como si fuese un trípode o una pértiga para rodillos de pintura.
En el rotor, un botón permite desbloquear la salida del hilo de modo que se puede ir sacando el necesario según se va gastando contra el suelo o las hierbas