Soy de esas personas que por motivos laborales utiliza muchas horas el móvil fuera de casa y claro, la batería termina sufriendo. Más de una vez he terminado entrando a algún lugar en busca de enchufes para cargar el teléfono y por ese motivo decidí comprarme este producto.
La powerband viene en una caja de cartón rectangular de un tamaño reducido que trae un manual de instrucciones en varios idiomas, siendo el español uno de ellos, dos cables de unos 20 cm - el primero es USB a Micro USB y el segundo es USB-C a USB-C- y la batería portatil protegida con un plástico translucido.
Estéticamente el producto es bastante elegante y a primera vista se ve resistente. Es de color plata con la parte superior en negro brillante. En dicha zona posee una pantalla LED, que indica el porcentaje de batería, y la botonería que consta de un botón para encender y apagar el dispositivo, una entrada USB, una entrada USB-C y una entrada micro USB.
Respecto a sus características internas no voy a entrar en datos técnicos, ya que no entiendo de eso, por lo que voy a hablar de mis sensaciones e impresiones. La batería, con una capacidad supuestamente de 10.000 mAH es capaz de cargar totalmente mi teléfono móvil 3 veces antes de tener que volver a recargarla -como dato a destacar, mi teléfono tiene una batería de 3.080 mAH-. Carga el teléfono a una velocidad similar a la de cualquier cargador de pared convencional y la carga de la powerband tarda en completarse unas 3 horas mediante el USB convencional. Al parecer, si se carga desde el USB-C tardará menos.
Como conclusión solo decir que es un producto que cumple todas las características que debe poseer y que es ideal para aquellas personas que necesiten tener siempre cargados sus dispositivos. Muy recomendable ya que es un producto que puedes guardar en cualquier lugar, incluso en tu bolsillo debido a sus dimensiones, y acceder a él en cualquier momento.