Para poder detectar fallos o cuando ya están sucediendo y poder repararlos o solucionarlos.
En la caja, tras abrirla, encontramos el lector OBD II, un cable USB/Mini USB para conectarlo al ordenador y poder actualizarlo y un completo manual de instrucciones en varios idiomas.
La interfaz es en blanco y negro y algo anticuada, pero para lo que queremos, nos sobra.
Se consigue la información en tiempo real, sólo se necesita tener un puerto OBDII en nuestro coche. Normalmente dicho puerto lo encontramos al lado de la caja de fusibles aunque eso en todos los modelos no es seguro que esté, mejor consultar el manual.
En mi caso está debajo del volante.
Seguidamente podremos leer los códigos, borrarlo, leer códigos VIN y ver los protocolos del sistema.
También podremos hacer un chequeo completo para detectar fallos y el estado de la batería.