Me ha gustado básicamente por lo poco que ocupa y por su tapa abatible, siempre cerrada.
En altura ocupa poco menos que la palma de mi mano y el diseño es bastante agradable.
Creo que se le pueden dar varios usos, pero mi intención es utilizarlo para el reciclaje del residuo orgánico y dejarlo en una barra de cocina americana. Mientras cocinas, haces el uso pertinente y siempre queda cerrado, por lo que nunca pasan los malos olores y para los que cocinamos asiduamente para una o dos personas es ideal.
Lo recomiendo porque tiene utilidad el día a día.